Bajo la piel escondemos todo lo que nos sucede, todo lo que sentimos, y sólo mostramos al mundo, a todos los que nos rodean, lo que quieres que vean. A veces, lo conseguimos, otras no... No hay nadie genuino, nos pasamos la vida actuando sin saberlo, sin creerlo. Pero cuando en soledad te planteas interrogantes sobre ti mismo, puedes darte cuenta de cuántas verdades ocultas y las miles de cosas que gritarías al viento, para que las oyera todo el mundo y entonces suspirar.
Igual, creerás que estoy exagerando un poco, puede ser. Siempre hay una excepción que confirma la regla. Siempre existe alguien inocente, bueno o malo, que es como ves, delante y detrás de la piel.
BAJO LA PIEL
Temblores dentro del cuerpo.
Sentir la sensación dentro de ti.
No saber explicarlo, ni querer hacerlo.
Cosquilleo de inquietud sumergido en entrañas
Revuelto de tripas al son de tus dedos.
Llorar sin saber por qué
pensar en lo peor de ti,
y en por qué ha de ser.
Intentar superarte sin poder conseguirlo
para finalizar escondiéndote bajo tierra,
bajo algo que sólo tú conoces
y que nadie debe conocer.
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