A lo largo de los años, pasan muchas personas por tu vida... Compartes aventuras, secretos, viajes, futuros que nunca llegan, risas y llantos, fiestas nocturnas... Y siempre hay alguien que borraste definitivamente y que nunca dejarás que vuelva por mucho que lo intente.
Pasé, sin llamar,
las puertas de tu mente
abierta al mundo,
con un cartel que anunciaba
prohibida tan sólo
mi entrada.
Hurgué en cada uno
de tus pensamientos libres,
decorados de mil tonalidades,
siluetas indescriptibles,
que pasaba apartando
porque me negaba a creer
que no encontraría
mi sombra, mi estela,
mi huella.
Ni un pequeño rastro,
ni un eco, ni un reflejo,
ni palabras volando
ni tatuaje sagrado.
Fui borrado.